martes, 8 de junio de 2010

CONCEJOS PARA MADURAR COMO HOMBRE GAY



Ser homosexual en sí mismo es difícil, pero…

¿Qué hacer para madurar y crecer como como personas?

En un mundo donde no sólo la discriminación es social, sino que proviene de uno mismo, son demasiados los homosexuales que consideran que cuando sean más viejos serán inútiles e indeseables, y prefieren destruirse de jóvenes con la idea de “aprovechar la vida al máximo” por ello han creado un estilo de vida destructivo: constantes críticas y chismes entre miembros de la propia comunidad homosexual, promiscuidad sexual, tener muchas parejas para llenar una vacía autoestima… son sólo algunas de las actitudes inmaduras que muchos homosexuales viven y que al final los llevan a la destrucción: VIH, soledad, frustración, no vivir la vida por miedo a lo que dirá la sociedad , son algunas de las consecuencias.

Algunos consejos para vivir felizmente…

Mientras más persigues el amor más te evade, vendrá a ti cuando menos lo esperes…
El amor puede hacerte feliz, pero muchas veces duele; el amor sólo es especial cuando se lo entregas a alguien que realmente se lo merece.
Tómate tu tiempo y elige el mejor.

Si te enamoras de alguien y no te corresponde, piensa que todo pasa por algo, tal vez no sean compatibles o no tengan un proyecto de vida similar.
No te dejes llevar por estereotipos de belleza, lo que realmente vale es el corazón, al final la belleza física se va acabando conforme pasan los años…

Las sociedades occidentales idealizan la juventud y tarde o temprano la moda para adultos acaba imitando la de la juventud y desgraciadamente la cultura/ambiente gay no anima a sus miembros a madurar. La mayoría de los gays son adultos comportándose como adolescentes radicales, promiscuos sexualmente, irresponsables e inmaduros bajo la excusa de "los gays somos así"...

Acepta tu homosexualidad informándote, queriéndote a ti mismo y luchando por tus ideales…

Disfruta tu vida sexual con las debidas precauciones, pero tampoco te relaciones sexualmente con cualquiera o todos los que puedas, pues al final nadie te querrá, ni te tomarán en serio por haber sido de todos…
¿A quién le gusta salir con alguien que ya salió y pasó por la gran mayoría?

Recuerda que la juventud NO es para siempre y no todo en la vida son los antros, sexo, bebida y fiesta; debes cimentar tu proyecto de vida eligiendo lo que te haga crecer.

Toma en cuenta que, la mayoría de las personas homosexuales al pasar los años comienzan a quedarse solas por que nunca pensaron en las consecuencias de su conducta.

No olvides que ser libre no es ausencia de compromiso, sino la capacidad de escoger y comprometerte con lo que es mejor para ti.

Tampoco te vuelvas una persona aburrida: establece prioridades, pero siempre está consiente de tus conductas.

La mayoría de los gays para olvidar el fantasma de la vejez, van a bares/discos en busca de hombres incluso mas jóvenes que ellos estableciendo relaciones efímeras, superficiales, gastan dinero en ellos y en cosas innecesarias, comprando incluso amistades...para al final darse cuenta que se han quedado solos. De hecho no hay nada malo de disfrutar de las fiestas, equilibrando las cosas, pero tarde o temprano la fiesta llegará a su fin como aquel cuento infantil "a media noche la carroza vuelve a ser calabaza, y la oportunidad de un hombre gay de encontrar con quien compartir su vida vuelve a limitarse al ajuste de la medida de su pie".

Piensa que al pasar los años la vida es mas ligera si estás con otra persona, envejecer juntos, crear una historia, entre dos las alegrías y las tristezas son mejores.

Muchos decimos “podré estar solo”, pero al final sabemos que no es verdad, pues sólo es un pensamiento egocéntrico y sufriremos al paso de los años.

Deja atrás la eterna adolescencia, supera tu adicción al sexo...
¿admiraría el muchacho que fuiste una vez al hombre en quien te has convertido?.

Las dificultades y problemas siempre estarán presentes en el plano económico, sentimental, sexual, físico, social, etc…

Todo es cuestión de poner entusiasmo y optimismo el uno con el otro; la ayuda mutua, la sinceridad, confianza y comprensión son herramientas para que al momento de caer uno de los dos o ambos, puedan levantarse juntos.

Si desean llegar juntos a viejos: No dejen que personas cercanas o amigos se metan en su relación (únicamente es de ustedes).

Conserven las amistades que los hagan crecer como pareja, desechen los “amigos” que les crean conflictos, un amigo que los ama, nunca les haría daño a ninguno de ustedes, ni a su relación.

Aléjense del ambiente lo más posible si desean durar, en dicho solo encontraran envidias, chismes y tentaciones sexuales ocasionadas por personas destructivas que sin duda debilitan la relación y tu crecimiento personal.

En el ambiente les asusta ver a otra gente en busca de éxito
¿acaso no hay espacio suficiente para todos?

SI TIENES EL CORAZÓN DESTROZADO:
Los corazones rotos duran tanto como uno desea y cortan tan profundamente como los dejas continuar. El desafío no es como sobrevivir a un corazón roto, sino aprender de él, de los errores propios y los del otro.

Sufre, pero nunca mantengas el dolor.
Una cosa triste de la vida es cuando conoces a alguien, te enamoras, llegas a amarlo y pasan los años sólo para encontrar al final que nunca te amo como tú a el, que no funcionó y tienes la sensación de que has perdido años de tu vida, tómalos como aprendizaje.

Te puede partir el corazón ver a quien amas ser feliz con otra persona, pero es más doloroso saber que quien amas es infeliz estando contigo.
Déjalo ir.....

Madurar exige contemplar de un modo realista el medio que nos rodea, comprender y aceptar las cosas, para vivir felizmente.

Texto tomado de:
1O consejos básicos para el hombre gay
De: Joe Kurt
Editorial: Egales

martes, 1 de junio de 2010

EL MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO


No hay una posición uniforme desde el punto de vista religioso sobre el matrimonio de personas del mismo sexo.

Hay quienes sostienen que el sólo hecho de que una persona de orientación homosexual intente formar una pareja está mal. Los actos homosexuales, de acuerdo con el testimonio bíblico y la ley natural, dicen, son pecaminosos y por lo tanto, los homosexuales que intentan unirse en pareja estarían viviendo en un pecado que sólo podrían dejar atrás si desistieran de estar en pareja y eligieran vivir en celibato.

Otros sostienen que el testimonio bíblico es tan contundentemente contrario a los actos homosexuales que no pueden aceptar de manera plena que dos personas del mismo sexo intenten unirse en pareja, pero por otro lado tampoco lo pueden condenar, porque lo que ven es que de hecho, existen parejas de personas del mismo sexo que se aman y respetan y que en la vida de pareja encuentran la base y el incentivo para tener una vida fecunda.

También hay quienes sostienen que si bien hay textos bíblicos que condenan a determinados actos homosexuales, ninguno se refiere a la homosexualidad en las formas en que se practica hoy y mucho menos a las formas en que viven su sexualidad muchas de las parejas del mismo sexo que ya existen. Por lo tanto, dicen, las parejas del mismo sexo merecen el reconocimiento y la protección que les daría el acceso a alguna forma de constitución jurídica como pareja.

Y aquí las posiciones se dividen entre los que consideran que para las parejas del mismo sexo debe existir una figura jurídica propia, como la llamada "unión civil" y los que consideran que estas parejas deberían tener acceso al matrimonio civil.

No les voy a ocultar que personalmente considero que Dios aprueba que dos personas del mismo sexo constituyan una relación de amor y que para protegerse mutuamente y manifestar la seriedad de su compromiso, quieran constituirse jurídicamente como pareja. Y me parece que así como la figura del "matrimonio" ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de la historia, hoy puede ampliarse a las parejas del mismo sexo sin que tengamos que cambiarle el nombre ni crear una nueva figura jurídica.

Pero independientemente de cual sea la opinión personal de cada uno sobre esta cuestión, creo que todos y todas deberíamos estar de acuerdo en respetar la dignidad y la condición de hijos e hijas amados de Dios de todas las personas, independientemente del sexo, de la orientación sexual y de la identidad de género. Y les pido a quienes tienen una posición contraria o siguen con dudas respecto de este tema, que se pregunten si pueden aceptar que la ley conceda a otras personas un derecho al que ellos personalmente no se acogerían ni recomendarían a nadie, o si su posición contraria o sus dudas son tan apremiantes que quieren que directamente se prive a todos del acceso a ese derecho al que ellos personalmente no se acogerían ni recomendarían a nadie.

Por Andrés Albertsen (*)

(*) Andrés Albertsen es Pastor de la Iglesia Luterana Dinamarquesa