DULCE AMOR, EL QUE LLEVA A LA LOCURA
La homosexualidad del Rey David
El pueblo hebreo hasta antes de que fuese destruido por el Imperio Romano experimentó varias formas de gobierno. Uno de estos modos de gestión política lo constituyeron los Jueces, pero en vista de que la administración de estos caudillos religiosos era un fracaso por la poca importancia que daban al desarrollo material de la nación, el pueblo israelita pidió ser gobernado por un rey, ante esta solicitud Samuel el último juez de los hebreos cedió su gobierno a Saúl,, el primer monarca de Israel.
Durante su mandato el rey Saúl fue presa de una desconocida y terrible enfermedad que le provocaba sofocaciones amenazando con ahogarlo, se trataba de un problema de salud mental desconocido para la medicina de aquella época, de ahí que sus asistentes creían que su rey era atormentado por “un espíritu malo”.
Ante la precaria salud mental del mandatario, sus allegados le aconsejaron terapia con música, para ello sugirieron buscar a alguien que sepa tocar el arpa, pues los consejeros que a la vez eran criados del rey consideraban que cuando el espíritu malo hostigue a Saúl, el precioso sonido del arpa lo ahuyentaría y de esta manera se daría alivio a su amo y señor. Escuchando este consejo y agobiado por el mal, Saúl pidió a sus criados buscar al que toque bien el arpa, para que sea conducido a su presencia.
Uno de los criados respondió diciendo “yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar el arpa, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras y hermoso”. Desde que empieza a hacerse visible David, por el rasgo de personalidad que más impacta, es por su sobrecogedora belleza viril.
Este hijo de Isaí era todavía un niño, pero por sus habilidades era bastante conocido, todos lo catalogaban como “bello, apuesto y digno en otros aspectos de consideración, muy hábil para tocar el arpa y recitar himnos”.
En todos los estratos sociales existía un criterio único sobre la apariencia física de David, ya que las multitudes siempre lo describían como un joven “rubio, hermoso de ojos y de buen parecer”.
Con estas referencias, Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo “envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas”, hasta ese momento, David se desempeñaba como pastor dentro de su familia.
Complacido ante una solicitud proveniente de alguien tan importante, Isaí envió a su hijo David ante Saúl, enviándole como regalos un asno cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito.
Estando David ante Saúl, éste le tuvo mucha estima y lo nombró paje de armas incorporándolo de esta forma al ejército de Israel. A pesar de este nombramiento, una vez mejorada la salud del rey, David volvió a Belén y continuó apacentando las ovejas de su padre.
El gobierno de Saúl no fue de la satisfacción de Samuel hombre moralista y religioso que disfrutaba de una enorme influencia en todas las esferas del poder de Israel. A Saúl se lo cuestionó por su falta de liderazgo y por no haber convertido a Israel en una potencia militar. Ante las derrotas militares que sufrieron los hebreos y que hicieron que el pueblo temblara de temor, Samuel recriminó a Saúl diciéndole “has obrado como un tonto”.
El profeta Samuel se sintió terriblemente decepcionado ante la debilidad política de Saúl que no mostraba mucho coraje para doblegar y aniquilar a los enemigos de Israel. Uno de los errores de Saúl y que menoscababa la autoridad del profeta era su osada intervención en funciones exclusivas del poder sacerdotal. Por este motivo Samuel empezó a buscar un nuevo rey para Israel.
Las cualidades que debía tener el futuro rey de Israel las poseía David hijo de Isaí, por este motivo y a escondidas Samuel lo buscó y lo eligió como rey, aconsejándole al oído que “debía ser justo y obediente a sus mandamientos, para que su reinado fuese duradero y su dinastía tuviese gran esplendor y ganase celebridad en todo el mundo”, de igual forma le anunció que “saldría siempre triunfador de todas las guerras que hiciera contra cualquier nación, sobreviviendo en todas las luchas” y que además “su fama sería gloriosa durante toda su vida y luego dejaría esa gloria a su posteridad” .
El nombramiento que Samuel diera a David como rey de Israel fue realizado entre sus hermanos y en total privacidad. Este acto no pudo hacerse a la luz pública, porque entonces Saúl habría matado a David, lo que el profeta deseaba era que David empiece a prepararse para su funciones en el trono de Israel.
En tiempos del reinado de Saúl los filisteos formaron un gran ejército y atacaron a los israelitas, apoderándose de su territorio, para instalar dentro de él un campamento militar. Durante esta ocupación, de las filas de las milicias filisteas surgió un hombre llamado Goliat, era un individuo de estatura descomunal, ya que media 2.85 m., su armadura pesaba 69 kilos, y la punta de su lanza unos 8 kilos. Por el tamaño de la lanza, Goliat no la llevaba como un arma en su mano derecha sino debía cargarla sobre el hombro.
Este filisteo se presentó ante los judíos mostrando toda su rudeza y fuerza, por lo que su presencia se convirtió en una pesadilla para los habitantes de los territorios usurpados. A lo largo de 40 días Goliat retó socarronamente al ejército de Saúl para que envíe a un hombre, el mismo que lucharía con él a muerte y asì el ganador obtendría la recompensa de ser el árbitro que decide la guerra. Luego del dictamen del triunfador, los vencidos se convertirían en siervos de los vencedores. Al escuchar Saúl y todo el pueblo de Israel las palabras la del filisteo se llenaron de pánico, muchos desertaron del ejército huyendo a regiones distantes.
En estos aciagos instantes, los hermanos mayores de David: Eliab, Abinadab y Sama formaban parte del ejército de Israel y por esto Isaí envió a su hijo David al campamento militar de los hebreos para averiguar cual era el estado de salud de sus hijos. El futuro rey de Israel siendo todavía un adolescente, arribó al cuartel militar en donde se encontraban sus hermanos llevándoles obsequios consistentes en panes, quesos y trigo.
El ejército de Israel al encontrarse organizado por el “sistema decimal”, aglutinaba fuerzas en base a una estructura matemática perfecta, esto es por cada 10 hombres había un líder responsable de las actuaciones de sus subalternos, por cada 100 hombres había un nuevo guía que los comandaba, con poder superior al de los jefes anteriores, por cada 1000 hombres de armas había un nuevo líder que organizaba y guiaba los ejércitos con facultades superiores a la de los jefes anteriores, por cada 10000 hombres se tenía un nuevo líder cuya autoridad militar era superior a la de los comandantes anteriores, y asì sucesivamente hasta llegar a la autoridad militar máxima que se encontraba encarnada en la persona del rey de Israel.
Cuando David llegó ante sus hermanos escuchó a Goliat que había salido al campo de los hebreos para injuriarlos y humillarlos, todo los hombres de Israel que veían a aquel gigante, huían despavoridos.
Mientras David era testigo de los vejámenes que su pueblo soportaba, escuchó comentar que a aquel que venciera al temible, el rey lo premiará con grandes riquezas, le dará a su hija como esposa y además exonerará del pago de impuesto a la casa de su progenitor.
Resuelto a todo, David anunció a sus hermanos que estaba dispuesto a combatir con aquel hombre, para lavar de la vergüenza a Israel, ante esta inesperada decisión su hermano mayor Eliab condenó severamente su audacia, instándole a que retorne a cuidar el rebaño de ovejas de su padre. El intrépido joven se defendió con argumentos irrefutables, narrando como había matado leones y osos que intentaban cazar entre sus ovejas.
Ante el valor y coraje de David, el gobernante de Israel le autorizó para que luche contra Goliat. Al encontrarse David frente a Goliat, éste lo miró despectivamente y le hizo objeto de burlas, luego le preguntó: ¿soy yo perro para que vengas con palos?. No respondió David “no eres un perro, eres menos que estos”. Y metiendo su mano en la bolsa, tomó una piedra y con una honda la lanzó a la cabeza del bárbaro. La piedra le golpeó en la frente y se hundió en el cerebro, Goliat cayó espasmódicamente al suelo, ante la ruina del filisteo, David corrió se subió sobre el cuerpo de su rival y con su propia espada le cortó la cabeza.
En esta batalla en la que ganaron lo hebreos, quedaron treinta mil filisteos muertos y el doble de heridos. Había pasado tanto tiempo desde que David tocara el arpa para calmar la angustia de Saúl que éste ni siquiera lo reconoció.
Sucedió, que después de que Saúl y David se entrevistaron, Jonatán hijo de Saúl y legítimo heredero del trono de Israel conoció a David y desde ese instante “el alma de Jonatán quedó ligada con la de David y lo amó Jonatán como a sí mismo”. Para Jonatán este fue el instante más hermoso de su vida, ya que David fue la visión más bella, la realidad más perfecta, el sueño más anhelado, “hicieron pacto Jonatán y David, porque Jonatán lo amaba como a su alma”.
Este fue un amor que nació a primera vista, cuando dos varones se miraron a los ojos y al recorrer sus cuerpos hermosamente tallados en incansables tareas militares se estremecieron, sintiendo el deseo de amarse, hasta devorarse el uno al otro, mientras bajo sus atléticas cinturas se delineaban perfectamente sus miembros viriles a punto de estallar, como suplicando por una caricia masculina. Mientras los latidos de sus corazones entonaban las melodías más dulces y ardientes.
No pudiendo soporta este instante matizado de ternura y pasión “Jonatán se desnudó de la ropa que traía y se la dio a David”, ahora ambos podían sentir el calor de sus cuerpos, el roce de sus labios y con sus fortísimas manos dotadas de la maestría en el arte de amar no cesaban de explorar sus zonas erógenas, cálidas y hermosas como los atardeceres de Israel. Luego de ese momento de locura Jonatán le entregó a David muchos regalos y consiguió que su padre lo nombre capitán de una milicia.
Aconteció que, luego del triunfo de David sobre Goliat, las mujeres de todas las ciudades de Israel salieron a cantar al ejército victorioso. Así mientras las mujeres casadas decían que Saúl había matado mil filisteos, las mujeres solteras respondían que David había matado decenas de miles de filisteos. Esta manifestación popular de agradecimiento a la titánica actuación de David, fue para Saúl un duro revés y desde ese momento el soberano empezó a temer y a sospechar de las intenciones políticas que animaban a David.
El triunfo de David sobre Goliat fue conocido en todos los rincones de Israel y el pueblo cada día encomiaba más su valor. Ante esta situación Saúl se sintió embargado por una amarga sospecha, ya que estaba convenció que David andaba buscando la oportunidad de apoderarse de su trono, dado el apoyo que el joven había conseguido tanto en las tribus de Judá como las de Israel.
Es patente que David a más de guerrero indómito fue muy calculador, por lo tanto había aparecido en el escenario político la persona ideal que podía proteger los intereses de Israel que en aquella época se encontraba seriamente amenazado por el poder militar de las naciones vecinas. Estas cualidades debieron ser conocidas por Samuel quien anhelaba para Israel un rey valiente, conquistador y profundamente fiel a satisfacer las necesidades de las élites religiosas.
Cumpliendo con la oferta que Saúl hiciera al que destruyese a Goliat, éste entregó a su hija Mical en calidad de esposa a David.
Ante la creciente popularidad de David y sintiendo que su doblemente yerno pudiera afectarlo con sus ambiciones políticas decidió junto a su fuerza de seguridad tenderle una celada para asesinarlo. Este plan fue encomendado como tarea a su hijo Jonatán y a sus más fieles empleados. Pero como Jonatán amaba con locura desmedida a David, sin importarle su futuro como rey de Israel, éste dio aviso a David y personalmente se encargó de ocultarlo. Cuando Saúl conoció lo que había hecho Jonatán, se lleno de cólera, pues no creía que su hijo fuese un hombre ingenuo, capaz de cometer tantos disparates.
Fuertemente contrariado por los amoríos de su hijo Jonatán, el rey tomo el plan para asesinar a David en sus propias manos y fingiendo estar atacado por sus terribles ahogamientos hizo llamar a David para que toque el arpa. Cuando David se encontraba frente a Saúl, éste le arrojó una lanza que se clavó en la pared, ya que David se esquivó ágilmente y huyo del escenario.
El reino que fundó Samuel aspiraba a convertirse en una monarquía hereditaria, en consecuencia Jonatán hubiese sido el seguro heredero al trono de Israel, sin embargo su loco amor hacia David provocó la eliminación de si mismo a la sucesión del reino de su padre.
Se sabe que en una relación afectiva sea esta gay o heterosexual siempre alguno de los actores ama más que el otro, pero también existe la certeza de que el más feliz es aquel que más ama. En esta incomprendida historia de amor, fue Jonatán quien amó con mayor vehemencia y lo entregó todo.
El novelista y profesor universitario de estudios gays y lésbicos Paull Rusell fue una de las primeras personas en analizar este romance desarrollado en la milenaria historia del pueblo judío.
El infinito amor que Jonatán sintió por David no paso desapercibido ante los ojos de su padre, al encontrarse perdidamente enamorado Jonatán fue incapaz de ocultar sus sentimientos y no tuvo temor en decirle a gritos a su amado ”lo que deseara tu alma lo haré por ti”.
Cuando Saúl descubrió que Jonatan ayudaba y encubría a David se encendió de furor y le amonestó diciéndoles: “hijo de la perversa y rebelde,¿acaso no sé que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya y para confusión de la vergüenza de tu madre? Porque todo el tiempo en que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra ni tu estarás firme, ni tu reino, traédmelo porque ha de morir”.
Por las agresiones que la pareja soportaba, los encuentros entre David y Jonatan fueron cada vez más clandestinos, a pesar de esta situación Jonatán maquinó algunas maneras de entrevistarse a escondidas con David, utilizando para este fin a los miembros de su propia guardia de seguridad. En uno de esos encuentros “David se inclino tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro y David lloró más”. En esta ocasión fue David quien impotente ante las barreras que Saúl les creaba, perdía la cordura.
Gracias al amparo que Jonathan le ofrecía, David pudo huir del rey y del peligro de muerte que sobre el se cernía ocultándose en el país de los filisteos. El dolor de David por su separación de Jonatán había empezó a afectar su psiquis, solo por esto se puede entender como pudo ir a ocultarse en las garras de sus acérrimos enemigos. Sin embargo sus cronistas consideran que David “fingió estar loco y rabioso, dejando caer saliva en la boca simulando otros síntomas”.
El rey Saúl jamás creyó en el amor sincero de David hacia su hijo Jonatán, pues se estaba totalmente seguro que la conquista de David hacia su primogénito formaba parte de una conspiración cuya meta era arrebatarse el trono, por esta convicción se volvió enemigo de todos los amigos de David.
Con el objetivo de proteger su corona Saúl decidió terminar con la posible conspiración de sus enemigos políticos. Para esta causa ordenó a sus fuerzas armadas asesinar al sumo sacerdote Agimèlec y a toda su familia, porque se lo acusaba de haber ayudado a David en sus proyectos. En este acto cruel fueron asesinadas 385 personas, luego Saúl ordenó a sus verdugos que atacaran Naba la ciudad de los sacerdotes con la orden de matar a todos, sin perdonar ni a mujeres ni a infantes y para evitar testigos luego del asesinato colectivo se debía incendiar la ciudad, aquí se mato a 300 sacerdotes y profetas, el único sobreviviente de esta masacre fue Abiatar el hijo de Agimèlec.
Para erradicar la supuesta conspiración, Saúl desató una persecución contra David en todo su reino, autorizando a sus súbditos para que asesinen a David. Todas las acciones de Saúl no menguaban el amor entre David y su hijo. En este idilio la gran ausente era Mical esposa de David quien parecía que no existía para su cónyuge.
Cuando David huyó al desierto, hasta allí fue a buscarlo Jonatán, quien en ese instante no mostraba ningún “interés en su sucesión como rey, sino más se preocupaba por el destino de su amado”. Asì fue como cuando se encontraron en un sitio llamado la Nueva, el enamorado Jonatán luego de saludar cariñosamente a David, lo exhortó a tener valor prometiéndole que cuando sea rey luego de la muerte de su padre éste “tendría a sus órdenes todas las fuerzas hebreas”, luego Jonatán le renovó sus sentimientos y su fidelidad inquebrantable. David fue en este periodo el prófugo más buscado de todo Israel.
El tiempo transcurrió inexorablemente y bajo el cielo de Israel los pueblos continuaron enfrascados en luchas interminables, en una de estas batallas entre israelitas y filisteos fueron asesinados Jonatán, Aminadab y Malquiso hijos del rey Saúl quien ante el infortunio de sus hijos prefirió suicidarse. El rey Saúl gobernó Israel por 40 años. Para esa fecha Mical esposa de David ya había sido entregada como esposa a un hombre llamado Feltias y David por otra parte ya tenía dos esposas. Es claro que las culturas de esa época diferenciaban con precisión el sexo reproductivo y el sexo afectivo. En los pueblos que vivían en guerras interminables no se admitía una generación sin descendencia, independientemente de la orientación sexual de las personas, pues la falta de prole era considerada como una amenaza a la especie humana.
Cuando David se enteró de la muere de su dulce Jonatán destrozado por el dolor “rasgándose las ropa paso todo el día llorando y lamentando su muerte”, luego le compuso un cántico fúnebre cuyo texto dice: “Jonatán, que me fuiste muy dulce; más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres”.
Luego de este evento trágico en el cual las luchas descarnadas de los pueblos enemigos le arrebataron a David a su gran amor, en la ciudad de Hebrón, éste fue proclamado como rey de la tribu de Judá, mientras Isboset hijo de Saúl fue proclamado rey del resto de tribus. Posteriormente fue asesinado Isboset y a continuación de este suceso David se convirtió en rey de todas las tribus de Israel
Cuando inició su reinado David tenía 30 años, una de las primeras acciones de este monarca fue apoderarse de Jerusalén y llamar a esta urbe “Ciudad de David”, y allí vivió durante su reinado que duró 40 años.
La historia de amor gay narrada, aun se puede localizar fragmentada y enmascarada para no contrarias las leyes religiosas en la Biblias actuales, parte de esta historia también es presentada en las obras del historiador judío Flavio Josefo quien tuvo acceso a consultar en los documentos que desapareciendo el año 70 durante el incendio y destrucción de Jerusalén, cuando el emperador romano Vespasiano ordenó a su hijo Tito el genocidio del pueblo judío, hecho condenable en el cual perecieron cerca de 1`100.000 hebreos.
El historiador antes mencionado también tuvo la oportunidad de investigar entre los archivos del rey Herodes, estos documentos permanecían guardados en la residencia de verano de Herodes en la fortaleza Masada, pero desgraciadamente fueron destruidos por los romanos el año 73, por lo tanto las obras de Flavio Josefo gozan de total credibilidad por las fuentes históricas que las apoyaron.
A pesar de la injerencia de la Iglesia Católica en todo lo que no es útil a sus mandatos y a pesar de la repulsión que los círculos religiosos judíos sienten por las relaciones homosexuales, el amor apasionado entre Jonatán y David no se ha podido borrar en el tiempo.
El maestro Paull Russell considera que la historia de David y Jonatán, ha servido como prototipo para representar “una fuerte intimidad emocional entre hombres”.
En el clímax del Renacimiento, artistas gays confesos como lo fueron Miguel Ángel y Donatello, cautivados por esta loca historia de amor, ovacionaron la personalidad indómita de David, por este motivo plasmaron su erótica imagen en obras de arte de reconocimiento universal.
Fuentes Primarias:
(Aproximadamente 1100-1050 A.C.) Libro de Samuel I y II
Josefo, Flavio (año 75 D.C.): Antigüedades judías, libro sexto y séptimo, traducción del griego por el profesor Luís Farre.
Fuentes Secundarias:
Russell, Paull (1997): 100 Gays. Editorial Juventud, S. A. Barcelona- España
Halley, Henry (1955): Compendio Manual de la Biblia, Editorial Portavoz, USA
Bibliotecas consultadas: Universidad San Francisco de Quito,
Universidad de San Marcos de Lima
Universidad de San Marcos de Lima
Eduardo Ramón L.©
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